Las que me
conocen, saben que devoro libros, igual que un marine devora cadetes para
desayunar, son mi dieta favorita, la dieta literaria creo que más de uno
debería probar, a lo mejor así dejarían de decir la mitad de las tonterías que
tenemos que escuchar… pero me estoy yendo por los cerros de Úbeda como de
costumbre…
Estaba diciendo
que los que me conocen saben que devoro libros, y sobre todo me gustan los
libros que me hacen sentir, me da prácticamente igual que sea rabia, dolor,
tristeza, odio o amor, lo que me gusta es que el autor me transmita algo
mediante su pluma. Puede ser una
historia de lo más simple, siempre y cuando no me deje indiferente durante su
lectura, si el autor consigue que cuando cierre el libro le dedique unos
minutos a reflexionar sobre lo que he leído, ese libro para mi es bueno. Si un autor consigue que odie a un personaje,
aunque sea el antagonista de turno se convierte para mí en un@ de mis autor@s de cabecera, porque conseguir
que te hagan llorar es muy fácil, se puede poner la directa a la sensiblería de
manual y a todas se nos escapa una lagrima, reír … hacernos reír es más difícil
pero también se puede conseguir, pero hacerte odiar a un personaje eso para mí
y desde mi punto de vista es una de las cosas más difíciles de conseguir
mediante un papel y unas letras.